Tipos de mascarillas

¿Qué tipos de mascarillas hay? un poco de teoría

En líneas generales, existen tres tipos de mascarillas en base a su capacidad para filtrar el aire inspirado o espirado, y por tanto, en base a su capacidad para proteger al usuario de la mascarilla y/o al resto de la población del contagio en caso de una infección de transmisión aérea:

 Mascarillas quirúrgicas.

Son mascarillas de uso médico, utilizadas por profesionales sanitarios en cirugía y otros procedimientos con el objetivo de proteger al paciente de posibles agentes infecciosos presentes en la cavidad nasal o bucal del usuario de la mascarilla. Estas mascarillas quirúrgicas pueden estar previstas también para que los pacientes y otras personas las lleven puestas con el objetivo de reducir el riesgo de propagación de infecciones, particularmente en caso de situaciones pandémicas como la COVID-19. Ejercen básicamente de barrera para evitar la emisión de gotículas respiratorias al estornudar o toser.

En base a su Eficacia de Filtración Bacteriana (BFE), se dividen en mascarillas quirúrgicas de Tipo I (BFE ≥ 95%) o Tipo II (BFE ≥ 98%). Existe un tercer tipo, denominado IIR, para aquellas mascarillas de tipo II que además son resistentes a las salpicaduras de sangre y otros fluidos biológicos del paciente que pudieran estar contaminadas por microorganismos.

Estas mascarillas, por tanto, pueden prevenir la transmisión del agente infeccioso desde una persona infectada a otras personas sanas, pero su eficacia a la hora de prevenir el contagio al usuario de la misma parece más limitada, con una menor evidencia científica al respecto.

Están autorizadas como productos sanitarios, en base a lo establecido en el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, por el que se regulan los productos sanitarios y se rigen por la normativa europea UNE-EN 14683.

 Mascarillas filtrantes.

Contienen un filtro de micropartículas gracias al cual pueden proteger al usuario de la mascarilla frente a la inhalación de contaminantes ambientales –en partículas o aerosoles– tales como agentes patógenos, agentes químicos, antibióticos, citostáticos, etc. No protegen frente a gases o vapores, si bien existen máscaras con filtros específicos para esos casos.
Las mascarillas con filtro de micropartículas o autofiltrantes se consideran Equipos de Protección Individual (EPI),
regulados por el Reglamento (UE) 2016/425 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2016, relativo a los equipos de protección individual y se rigen bajo la normativa europea UNE-EN 149. Se clasifican en base a su
rendimiento en:

FFP1

(filtro de partículas tipo P1): tienen una eficacia de filtración mínima del 78% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 22%. Suelen emplearse frente a partículas de material inerte, y no se recomiendan para uso médico.

FFP2

(filtro de partículas tipo P2): tienen una eficacia de filtración mínima del 92% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8%. Se utilizan frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad.

FFP3

(filtro de partículas tipo P3): tienen una eficacia de filtración mínima del 98% y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 2%. Se utilizan frente a aerosoles de alta toxicidad.

Las mascarillas autofiltrantes pueden tener o no una válvula de exhalación para reducir la humedad y el calor dentro de la mascarilla, proporcionando una mayor comodidad al usuario y ofreciendo la sensación de una menor resistencia respiratoria. Estas mascarillas con válvula no deberían utilizarse en ambientes estériles, ni tampoco en el caso de pacientes infectados con COVID19, ya que podrían transmitir el virus a través de la válvula, salvo en el caso de que la válvula estuviera protegida a diseñada para evitar dicha transmisión hacia el exterior.

Estas mascarillas filtrantes FFP2 y FFP3 van a proteger por tanto al usuario frente a la infección COVID-19. Además, podrían evitar la transmisión desde el usuario hacia el exterior, en caso de que estuvieran diseñadas para ello. No obstante, el uso de mascarilla debe ir acompañado de otras medidas como el lavado frecuente de manos y la distancia interpersonal para que sean lograr una mayor protección.

 Mascarillas higiénicas o cobertores faciales comunitarios.

Son los productos tanto reutilizables (que puede lavarse o higienizarse) como no reutilizables (de un solo uso), con o sin accesorios, diseñado para cubrir boca, nariz y mentón, dotados de un sistema de sujeción normalmente a la cabeza o a las orejas, cuyo uso previsto es minimizar la proyección de las secreciones respiratorias (incluidas las
partículas aerosolizadas), que contienen saliva, esputos o secreciones respiratorias cuando el usuario habla, tose o estornuda, pudiendo también limitar la penetración de estas secreciones de origen externo (incluidas las partículas aerosolizadas) en el área nasal y bucal del usuario sin declarar la protección del usuario, siempre que no sea considerado producto sanitario, ni Equipo de Protección Individual (EPI).Generalmente compuestas de una o varias capas de material textil.

Estas mascarillas deben cumplir la Orden CSM/115/2021, de 11 de febrero, por la que se establecen los requisitos de información y comercialización de mascarillas higiénicas y según su uso, se pueden clasificar en:
– No reutilizables. Estas mascarillas se rigen por la Especificación UNE 0064-1 (mascarilla no reutilizable para adultos) y la Especificación UNE 0064-2 (mascarilla no reutilizable para niños) o UNE-CWA 17553:2020.
– Reutilizables: Estas mascarillas se rigen por la Especificación UNE 0065 o UNE-CWA 17553:2020 (mascarillas reutilizables para adultos y niños). En el caso de las mascarillas higiénicas reutilizables, el lavado y secado de la
mascarilla debe ser acorde a las recomendaciones del fabricante. Después de cada lavado hacer una inspección visual por si se detecta algún daño.

Las mascarillas higiénicas objeto de estas especificaciones, no deben considerarse un producto sanitario (PS) en el sentido de la Directiva 93/42 CE o del Reglamento UE/2017/745, ni un equipo de protección individual (EPI) en el sentido del Reglamento UE/2016/425. Deberán llevar redactadas en su etiquetado en castellano al menos, la
frase: «Advertencia: No es un producto sanitario, ni un Equipo de Protección Individual
(EPI). Este producto está destinado a población sin síntomas de enfermedad».

¿Por qué las utilizamos?

El objetivo fundamental del empleo de una mascarilla higiénica o quirúrgica es
evitar la posible transmisión de la infección desde un paciente infectado,
sospechoso o asintomático, al resto de la población. Como hemos indicado, la
eficacia de las mascarillas higiénicas cobertores faciales comunitarios para reducir
este riesgo no está totalmente establecida, o al menos no al mismo nivel de evidencia
que para las mascarillas quirúrgicas. Por esta razón, las quirúrgicas son las
recomendadas en personas infectadas y sus contactos estrechos.
Las mascarillas filtrantes, por su parte, sí tienen como finalidad la prevención del
contagio por parte del usuario de la misma, especialmente importante en el caso de
profesionales sanitarios, tanto por los riesgos personales a los que se ven expuestos
como por los riesgos comunitarios que podrían ocasionar en caso de convertirse en
pacientes asintomáticos, que podrían actuar como fuente de contagio.

 

Como conclusión, existen varias posibilidades a la hora de escoger el tipo de mascarilla, dependiendo de la situación en la que nos encontremos. Por este motivo, es importante que nos asesoremos bien a la hora de hacernos con una.
Las mascarillas filtrantes FPP2 y FPP3 son por lo general las mascarillas más versátiles, las que filtran más y ofrecen más seguridad en un rango de situaciones más amplio.

Vea cuales son los certificados que deben tener las mascarillas filtrantes FPP2 y FPP3. Si las telas de las mascarillas – en esto caso los telas de nanofibras de HiFYBER – obtienen por si solas los certificados, entonces la mascarilla también obtendrá los certificados. ¡Solo es cuestión de combinar las telas de nanofibras y los spunbon de forma correcta!

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